B como Bravura 

Alguna vez te has sentido agotado y totalmente desanimado ? 

Seguro que sí.

Pero, ¿te has preguntado porque? 

¿Podría ser que hayas superado tus límites, que hayas cargado con un montón de tareas y de responsabilidad que han consumido tu energía ? 

Si es el caso, y si esta situación es habitual en tu vida, entonces es tiempo de considerar con detenimiento cuales son tus límites y como las expresas. 

Puede que tu ansia de aprobación haga que sacrifiques tus necesidades y no pongas límites sanos a las expectativas de los demás. 

Entonces te activas sin parar y haces cosas por los demás y nunca para ti. Ademas de agotar tus fuerzas, cargas con el peso de la traición hacia ti misma. 

A veces podemos rectificar el tiro, y volver al equilibrio. 

A veces tocamos fondo, amenazando la salud física y mental. 

Debemos aprender a decir que NO. 

Por eso debemos superar el miedo a desagradar, a crear una oposición a las exigencias externas y a manejar el sentimiento de culpa que acompaña a menudo la decisión de elegirse primero. 

Te insto a que tomes la decisión de acabar con este comportamiento destructivo.

Toma esta decisión radical ahora.

Yo misma lo he vivido con mi tendencia adictiva al trabajo (workaholic en ingles). No había manera de parar o de respetar horarios. Toda mi energía iba en productividad como si mi vida dependiera de ello. Nadie me obligaba. Solo respondía a un patrón interno de supervivencia generando estrés continuo y agotando el sistema nervioso. 

Lo peor es que el cerebro funciona en un bucle cerrado y no hay espacio para creatividad, juego o imaginación. 

Dónde te sitúas en las 3 situaciones siguientes.

Tómate un momento para reflexionar honestamente sobre tu posición en esta escala. Esta toma de conciencia es un paso crucial hacia una transformación poderosa y duradera de tus patrones. 

Nivel 1: Falta de límites

Te cuesta reconocer y hacer valer tus necesidades legítimas. Tienes la impresión de estar constantemente invadido por los demás, hasta el punto de afectar a tu identidad.

Tus deseos y anhelos se ven sistemáticamente relegados a un segundo plano, y sacrificas tus propios límites para satisfacer las expectativas de los demás.

Acosada/o por exigencias incesantes, te sientes obligada/o a doblegarte, lo que le conduce a un ciclo de ansiedad y fatiga crónica debido al constante agotamiento emocional.

Nivel 2: Límites frágiles 

Eres capaz de reconocer tus necesidades y deseos legítimos, pero te cuesta aferrarte a ellos con firmeza.

Fácilmente influenciable, tu sentimiento de culpa se reactiva rápidamente, empujándote a hacer grandes concesiones para evitar conflictos y sentimientos de culpabilidad.

Este patrón suele generar un conflicto interior desestabilizante entre tus convicciones y tu comportamiento, fuente de frustración y decepción incesantes.

Nivel 3: Límites sólidos  

Has identificado claramente tus necesidades, deseos y límites no negociables.

Seguro de ti misma/o, los haces valer y los mantienes sin concesiones. Ajustas tus acciones en función de la situación y gestionas hábilmente la necesidad de compromiso. Tus relaciones son sanas y tus límites respetados.

En caso de conflicto o malentendido, manejas la situación con calma y serenidad, y cuando tratas con personas difíciles, sabes con firmeza cómo mostrarles la salida cuando es necesario.

Si estás en la situación 3 con límites sólidos la mayor parte del tiempo, te felicito. Chequea justo que puedes acoger fácilmente las demandas de los demás y crear relaciones colaborativas sin estar rígida en tu postura. 

Puedes ser un modelo para las personas que te rodean, y así invitarles también a examinar su capacidad a poner limites. 

Si estas en la situación 1 o 2 , comprendo por lo que estas pasando …porque fue parte de mi proceso también! Sé lo que significa la inseguridad afectiva que deriva de atreverse a no contestar a las demandas externas. 

Por lo tanto, tu saludo física y mental depende de ello. 

Vas a necesitar mirar detenidamente como abandones tu poder personal y aprender a respetarte mas. 

No te preocupes, no estas sola/o en este camino ! 

Podemos afirmar incluso que existe un ajuste interno constante cuando estamos en relación con los demás. Es un proceso. 

Cuando pensamos haber establecido limites sanos con nuestro entorno de trabajo, ¡ nos vemos recaer en lo mismo con nuestros hijos! 

O vice versa. 

En este caso vamos a tratar la inseguridad afectiva, la culpa y el coraje de afirmar sus propias necesidades, ocupando su propio espacio físico.

Ejercicio 1

Ver el video del ejercicio1 aquí 

Presencia en el cuerpo y seguridad personal .

Resultados esperados:

Ocupar tu espacio personal, bajar al centro de poder, estar en el cuerpo. 

Elige entre estas formas : donut pequeño o grande, árbol de la vida pequeño o grande, corazón guía , el color rojo.

1 De pié, descalza o con calzado plano, piernas abiertas a la anchura de los hombros. Relajada pero firme. Tachyon en la mano

2 Empieza a observar tu respiración, tu vientre y tu pecho se levantan y bajan. 

3 Pon tu atención en tu punto de poder : 3 dedos debajo de tu ombligo. 

El tantien.

Pon tus manos allí con el tachyon y respira. 

Nota como poco a poco la energía acumulada arriba, alrededor de la cabeza, baja en tu tantien. La mente se calma y aumenta el sentido interno de presencia y anclaje. Quédate y disfruta la sensación que te da de tu cuerpo en el espacio. 

Este ejercicio es un fundamento básico para cualquier otro ejercicio o practica. (Intenciones, oraciones, gratitud)

Te permite estar conectado con tu cuerpo, aumenta tu presencia física y tu fuerza de acción. 

Desde este espacio, puedes expresar tus necesidades con seguridad. 

A repetir tantas veces como necesario. Se convierte en una postura habitual para moverte en tu día a día. 

No te olvides de reservar tiempo para ir andar en la naturaleza, cada día un poco tal como se propone en la lista Salva Vida. 

 De este manera favoreces el anclaje del cuerpo y la presencia física en un entorno calma y nutriente. 

Ejercicio  2

Ver el video del ejercicio 2 aquí

Crear límites sanos

Resultado esperado :

Favorecer la integridad del espacio personal sin absorber la energía de los demás. 

Elige entre estas formas Tachyon azul zafiro (donut grande o pequeño, árbol de la vida pequeño o grande)

El colo azul zafiro ayuda a delimitar claramente los espacios, hacer la diferencia entre el Yo y el No yo 

Intención al Punto Cero 

Si no la conoces, mira aquí para comprender la Intención al Punto Cero

Con el tachyon en tu mano, expresas la intención que mas resuena contigo: 

Respeto mis necesidades primero aunque no sé como hacerlo 

Respeto mis necesidades aunque me temo que los demás se alejen de mi 

Respeto mis necesidades aunque voy a decepcionar a los demás.

Respeto mis necesidades aunque…… (rellena con tus palabras) 

Usa la intención que prefieres. 

Guarda el Tachyon contigo a lo largo del día 

Ejercicio 3 

Centrarse

Elige un Starsun y llévalo colgado cada día. 

El Starsun es tu Sol personal. 

Te ayuda a ser el centro de tu sistema personal. 

Practica cada día el « decir que NO ». 

Empieza por cosas pequeñas, situaciones simples. 

A medida que practiques vas a sentir como la confianza en tus propias elecciones aumenta y se vuelve cada vez más sencillo y natural establecer sanamente tus limites. 

Culpa y falso egoísmo 

una oda a la libertad para las mujeres


No, no es egoísmo cuidar primero tus necesidades antes de acceder a las demandas de tu entorno.

Si has estado en el papel de la que lo soluciona todo, que apoya y consola, que provee siempre lo que hace falta y que lima asperezas, pues es tiempo de dejarlo. 

No solo niegas a la parte más esencial de tí misma sino también que mantienes a los demás en un estado infantil siendo la mama de todos. 

No serás mas apreciada por ello. Esta represión de tus propios deseos va a pasar factura y tu salud mental y física pueden ser afectadas : síntomas de agotamiento nervioso, compulsiones con comida, adicciones…

Piensa al caso de una mujer maltratada que no puede decir que NO: su vida puede estar en juego. 

¿Te da miedo cambiar? 

¿Sientes culpa si dejas de cumplir con tu papel de salvadora? 

Lo entiendo. 

La culpa es un sentimiento aprendido, generado por la creencia de no ser lo suficientemente buena. 

Este arquetipo de la mujer buena prevalece en la sociedad desde eones de tiempo, reforzado por la iglesia católica, que enaltece el papel de madre: la virgen María y desprecia el papel de la mujer libre : María Magdalena, la pecadora.

No dudes en pedir ayuda a un terapeuta cualificado, para acompañarte en este camino, si sientes la necesidad. El camino puede ser caótico a veces pero la liberación a final de tus esfuerzos es una recompensa que no tiene precio. 

Y ademas, todo tu entorno cambiará hacia un estilo de relaciones más responsables y equilibradas.

La energía de los tiempos actuales nos invita a mayor equilibrio, libertad e individualismo sano. 

Nos empuja a expresar todo lo que Somos en lugar de conformarnos con un pequeño papel en el teatro de la Vida. 

“Cuando soy buena soy muy buena, pero cuando soy mala soy mucho mejor” (Mae West, actriz americana)

Lectura recomendada: 

“Las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes”  de Ute Ehrhardt