La breve historia de una gran cura

El Accidente

El 30 de enero me caí intentando esquivar un trozo de hielo en el camino que lleva a casa de mi amiga vecina. Mi pie izquierdo se atascó en el suelo, perdí el equilibrio y todo mi cuerpo se desplomó hacia la derecha. Oí un ruido terrible, como cuando se rasga una tela, y enseguida me invadió un dolor intenso que me dejó sin aliento. 

Estaba sola y tardé un par de minutos en respirar y tranquilizarme. 

Patou, el perro de mi amiga, corría de un lado a otro entre yo en el suelo y la casa, ladrando como un loco. Venía a toda velocidad hacia mí, se deslizaba por el hielo, me lamía la cara y volvía a irse.

 Me puse a cuatro patas como pude. Tenía el tobillo muy lastimado. En seguida, pensé en todo lo que no iba a ser capaz de hacer : el paseo por el lago, conducir…

 

Alertada por los ladridos del perro, mi amiga salió a ayudarme. 

 

Me puso hielo en el tobillo y me roció con un spray para heridas. 

Inmediatamente me salió un “huevo de paloma”, un bulto en el hueso del tobillo, típico de un esguince en esa zona. ¡Impresionante! (¡Debería haber hecho una foto, pero no pensaba en eso!). 

Llamamos a Robert y vino a buscarme. Me fui a casa ayudada por 3 personas (2 para sostenerme hasta el coche y una que llevaba todas mis cosas y el zapato que había quedado inservible. )

Fue el inicio de un largo proceso físico, psicológico y espiritual 

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Cuando llegué a casa mi tobillo tenía el doble de volumen. Me preguntaba si tenía algo roto lógicamente porque fue realmente intensa la torsión. 

Me paré a pensar y a sentir dentro de mi lo que surgía. 

Opciones : puedo ir a urgencias, esperar cinco o seis horas antes de que me atienda un medico y pasar una radiografía. 

Si está roto voy a tener una escayola durante 4 o 5 semanas y luego va a ser complicado porque va a haber toda la recuperación de la articulación, de los músculos inmovilizados y en total son unos 2 meses de fastidio como mínimo.

Si no está roto el médico me va a mandar a casa con anti-inflamatorios  y anti-dolores que me van a destrozar el estomago. 

Así que decidí no ir. 

Escuche mi intuición y decidí usar la sabiduría de mi cuerpo y métodos naturales como suelo hacer para cualquier cosa que me pasa. La ventaja es que además de los métodos naturales tengo los tachyones ! Y ellos me van a acompañar para recuperar fisicamente y más.

Los inicios: 

Recordé que hace 5 años traté un caso leve de torcedura de muñeca con aceite de ricino y cúrcuma. En una sola noche todo había desaparecido: el dolor, la hinchazón. ¡Un milagro! 

Así que probé lo mismo para mi tobillo. 

No funcionó en absoluto.

Me sentí miserable, impotente y totalmente víctima. 

Me di cuenta de que tenía que ir al fondo de la cuestión y no limitarme al aspecto físico.

Tenia que aceptar de pasar el proceso psicológico y entender el significado del suceso. Decir que « sí » a lo ocurrido.

Semana 1 

En primer lugar, tenía que escuchar lo que quería mi tobillo: 

frío, pero no demasiado, reposo y espacio. 

Eso es fácil. 

Con un tachyon de color zafiro pegado. 

Eso fue todo lo que hice durante 2 o 3 días. 

Mientras tanto, a nivel práctico, alquilé unas muletas a la farmacia y caminé con un solo zapato. Cada vez que sentía resistencia a la situación, me paraba y respiraba hondo. 

Salir al sol a caminar : prohibido. ¡Qué rabia!

Empecé a preguntarme « Pero ¿qué hay de positivo en esta situación? » 

Mi compañero me acompañó desde el principio. Me preguntaba lo que necesitaba, me traía las cosas que quería, hacía las comidas y la colada, y me ayudaba a subir las escalerillas hasta nuestra habitación. 

Semana 2 

La casa es un desastre. No puedo salir. Sigo mimada e impotente.

¡Tanta atención y tanto cuidado !  ¿Alguna vez me han tratado así ? 

Nunca. 

Habitualmente soy yo la que cuida a los demás. 

Ah Ah. Interesante vivir la otra cara de la creación. 

Pero no tanto… 

A un momento, mi pareja no reaccionó frente a mi demanda. No me había oido o estaba absorto en lo que hacía. La cosa es que este silencio fue un gatillo.

Empecé a entrar en un proceso psicológico fuerte: 

Tengo que pedir. No me escucha.

Soy impotente. 

Dependo del otro. 

El otro me tiene en su poder. 

Me siento en peligro.. vulnerable.. ¡¡Puedo morir !! 

Obviamente, nada que ver con la situación real. 

Se desencadenó un patrón emocional traumático. 

No sabía cuándo y en qué contexto me había ocurrido esto en el pasado y no importaba porque lo único que quedaba de aquel suceso era la huella emocional del dolor, el miedo y el peligro. 

Me viné abajo, sollozando frente al otro ¡totalmente atónito!

Lo verbalicé, acogiendo las emociones, el sin sentido, la sensación de ser una « Drama Queen ». 

Al cabo de unos minutos me calmé. 

Y me quedé quieta, en silencio. 

Necesité un par de día para integrarlo.

Los tachyones obviamente fueron parte del viaje. 

Usé el donut verde grande, el donut pequeño rojo en el pié alternando con el donut mediano azul zafiro

Probé con la flecha del alquimista pero rápidamente sentí como punzadas en la zona del tobillo, bastante dolorosas. Demasiada activación. No era aún el tiempo para esto. Primero calmar y descongestionar. 

La piel del pie está tan tensa que parece que va a explotar. Los dedos de los pies se me ponen azules y morados. Me encantan las bolsas de frío.